1. En la comunicación oral
- Necesidad de repetirse varias veces la información específica, tecnicismos, números u otro tipo de datos concretos, que no afectan a la comprensión global del discurso pero sí a la especificidad técnica del mensaje.
- Utilización de borradores constantemente e incluso con palabras simples debido a que cuesta retener la información en un primer momento (memoria de trabajo).
- Necesidad de corroborar la idea o el tema principal del que se está hablando.
2. En la lectura
- Evita leer, escribir o hacer cálculos matemáticos.
- Sensación de fatiga ante las tareas de lectura.
- Lentitud y poca precisión en la lectura.
- Escasa comprensión lectora que decrementa cuando el léxico es técnico o poco frecuente.
3. En la escritura
- Dificultad para trasladar el pensamiento oral a escrito al redactar un texto, organizar ideas y estructurar el contenido.
- Dificultad en el acceso al vocabulario. Cambios en el léxico, una palabra por otra referente a objetos, conceptos y/o personas.
- Faltas de ortografía, sustituciones, inversiones y omisiones.
- Dificultad para encontrar y corregir una palabra que está mal escrita.
- Emplea mucho tiempo para transcribir apuntes.
- Redacción pobre, sin utilizar signos de puntuación o colocando éstos en lugares incorrectos.
- Falta de cohesión entre las ideas.