La comprensión lectora se define como: “La capacidad de una persona para entender, valorar y utilizar textos escritos, para adquirir objetivos personales, desarrollar el propio conocimiento y potenciarlo, así como también para poder participar en la sociedad”.

Todos los conocimientos que tienen que adquirir los alumnos y alumnas en el colegio se definen en el currículo educativo. Este documento elaborado por el Departamento de Educación, contiene toda la información sobre las competencias y conocimientos que tienen que desarrollar los niños y niñas durante cada curso escolar y describe las competencias básicas de cada área a trabajar que se tendrán que adquirir al acabar cada etapa.

Las áreas que se trabajan son:

  1. Área lingüística.
  2. Área de matemáticas.
  3. Área del conocimiento del medio.
  4. Área artística.
  5. Área educación física.
  6. Área educación en valores.
  7. Área digital.

La comprensión lectora es la dimensión del área de lengua que nos ayudará a conseguir que los niños y niñas disfruten leyendo. Esta dimensión está formada por cuatro competencias:

  • Competencia 1: Leer con fluidez para comprender textos de la vida cotidiana, de los medios de comunicación y escolares en diferentes soportes y formatos.
  • Competencia 2: Aplicar estrategias de comprensión para obtener información, interpretar y valorar el contenido de acuerdo con la tipología y la complejidad del texto y el propósito de la lectura.
  • Competencia 3: Utilizar, para comprender un texto, la estructura y el formato de cada género textual y el componente semántico de las palabras y de las estructuras morfosintácticas más habituales.
  • Competencia 4: Aplicar estrategias de búsqueda y gestión de la información para adquirir conocimientos propios.

Las competencias ayudan al profesorado a definir los objetivos de sus prácticas dentro del aula. En este caso, en la asignatura de lengua. El objetivo final de la lectura es que los niños y niñas sean capaces comprender todo aquello que leen, pero no es fácil llegar hasta este punto. Antes se han tenido que trabajar todas las habilidades de pre-lectura, haber iniciado el proceso lector y saber leer perfectamente.  Una vez superados todos estos requisitos, los alumnos y alumnas estarán preparados para comprender aquello que leen.

Cada alumno es un mundo y el profesorado ha de contar con herramientas que le permitan dar el apoyo que necesita a cada uno. No podemos empezar la casa por el tejado, es por eso que tenemos que ir asentando las bases para tener una buena lectura, siempre respetando el ritmo de aprendizaje de cada alumno, porque sino la lectura se convertirá en una actividad que los niños y niñas rechazarán debido al esfuerzo que les supone realizarla.

Para conseguir que los niños y niñas disfruten de la lectura tenemos que conseguir que sea una actividad motivadora para ellos desde pequeños, implicarnos en su proceso de aprendizaje y en aquellos casos que los alumnos no tengan las estrategias para aprender a leer, ofrecer recursos para ayudarles a desarrollar sus capacidades.

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