Transformación educativa | Ed. 22/23

Las personas aprendemos de formas y ritmos diferentes. La diversidad existe en nuestras aulas y por esto, como docentes, tenemos que ofrecer diferentes experiencias.

Cuando todos trabajamos al mismo ritmo para toda nuestra clase, afecta directamente a la motivación intrínseca, y los profesores tenemos que compensar la falta de interés de nuestros alumnos valiéndonos de los recursos que tenemos a la mano. En cambio, cuando personalizamos el aprendizaje, los niveles de motivación intrínseca de los alumnos, suben.

 La personalización del aprendizaje puede entenderse como el proceso por el que los centros educativos, de una manera sistemática y estructurada, ayudan a los estudiantes a aprender, a crear planes personales que conduzcan a la consecución de los objetivos, a formular sus aspiraciones y dar evidencia y evaluar su aprendizaje, acompañados por profesores que apoyan y ejercen de mentores.

La personalización no es un modelo de intervención ni admite una receta concreta, sino que es la respuesta a la exigencia fundamental de centrarse en el alumno y en la formación de la persona en su totalidad.