Trabajar por proyectos permite al alumnado adquirir estrategias que les ayudan a aprender, a analizar, a organizar sus actividades. También a establecer relaciones entre cosas o fenómenos, a desarrollar habilidades y secuencias de acción útiles para su desarrollo personal y social.
A consolidar y a interiorizar las competencias básicas más allá de la especificidad propia de cada área o materia.
Entendemos el Proyecto como un plan de trabajo o un conjunto de tareas libremente elegido por el alumnado o propuesto, en ocasiones, por el profesorado, con el fin de resolver algo en lo que están interesados.
En qué se fundamenta trabajar por proyectos
Esta afirmación se fundamenta en las teorías de KILPATRICK (1918), que define el Proyecto como una actividad previamente determinada cuya intención preponderante es una finalidad real que orienta los procedimientos y les confiere una motivación.
Sin olvidar el papel facilitador del profesorado, los contenidos básicos de los proyectos de trabajo surgen de la vida del centro educativo y generan aprendizajes significativos y funcionales, al respetar, de manera especial, las necesidades e intereses de los niños y niñas, que son quienes los proponen a través de la acción mediadora del docente.
El alumnado se sitúa en un plano de decisión máxima con respecto a la elección de las diferentes fases y recursos y su desarrollo; es el alumnado quien asume la planificación y ejecución del proyecto, tras el debate de una propuesta y la participación mediadora o facilitadora del profesorado.
Profesorado
Facilitador del aprendizaje
Contenidos
Aprendizajes significativos y funcionales
Alumnado
Los proyectos surgen de sus necesidades e intereses
Función del trabajo por proyectos
La función principal del método de proyectos es la de activar el aprendizaje de los contenidos y habilidades, a través de una enseñanza socializada. En el conocimiento progresivo de la realidad, esta podrá ser transformada o modificada por el alumnado a medida que vivencien situaciones o actividades nuevas.
Ejemplo proyecto de trabajo
Proyectos de El Universo de las Palabras
- Investigación: el resultado suele ser un informe, una redacción, la resolución de la hipótesis planteada, un blog de aula, un póster multimedia, un ensayo o cualquier modalidad que dé respuesta a la pregunta que se plantea el grupo al inicio del proyecto. Un ejemplo de proyecto de investigación sería contestar a la pregunta: ¿Por qué flotan los barcos?
- Trabajo: el resultado es la “obra” que nos planteamos al inicio: una maqueta, una feria de exposiciones, una exposición… En este caso también se investiga durante el procedimiento, pero la investigación está definida por los acontecimientos que implican el proceso de realización del producto que se planteó en el inicio. Un ejemplo de proyecto de trabajo sería: “Construimos un barco que flote”.
- Vivenciales: el resultado es la “práctica” de una actividad o la experiencia de una sensación o situación. En este tipo de proyectos, se puede necesitar de la investigación durante el procedimiento, aunque no siempre sea imprescindible. Por ejemplo, si se tiene como proyecto un juego de cartas o un deporte, previamente a su práctica, deberá investigarse sus reglas, material necesario y otras pautas para llevarlo a cabo.
La diferencia entre los dos primeros se basa más en el planteamiento que en el procedimiento. En cualquier caso, en ambos modelos se investiga. En el tercer tipo de proyecto, tanto el planteamiento como el procedimiento diferirán de los otros dos, y no siempre será necesario investigar.
Las posibilidades y opciones didácticas que ofrecen los proyectos son infinitas, lo que nos permite la introducción de diferentes lenguajes (posibilidades de éxito para todos y todas), diferentes niveles de profundidad y diferentes caminos para la investigación.
“Un proyecto es un lugar al que queremos ir, pero también es el camino que hay que recorrer para llegar a él”
Miguel Ángel Jiménez, Proyectos para educar.
El Universo de las Palabras es una evolución en el trabajo por proyectos